Piel sobre piel

“El objeto en la imagen parece ser un cuadro o una pieza de arte de técnica mixta, que combina elementos tallados y aplicados sobre una base de cuero o material similar. La obra representa a una figura con un abanico negro que le cubre la parte inferior del rostro. La pieza tiene un estilo que podría ser de origen artesanal”.
Me molesta enormemente que ahora la IA encabece cualquier búsqueda en el motor de Google. Superada esta derrota ética (y épica y estética y sintética y apocalíptica) [a Google nunca se le hubiera ocurrido tal asociación de ideas ni este juego de palabras], prosigo. Cuero repujado y decorado a mano, de 32 x 29 cm. montado sobre tabla. Más que el dibujo, me impresiona el recorte en cuero claro cuyo perímetro ansía desprenderse del soporte que lo retiene. El abanico de la mujer es para darse ánimos y seguir en el intento. Pese a los ojos avellana, el rostro tiene reminiscencias andalusíes, por la peineta y el peinado; también parece un rostro decó, de allá por los años veinte del siglo pasado, pero la obra no se remonta a tanto, aunque tiene sus años. “La pieza tiene un estilo que podría ser de origen artesanal”, dice la IA, y no anda muy errada… Se me ocurre pedir a Chat gpt, que la analice y la comente. Estos son los resultados del análisis artístico.
• (IA) Análisis artístico
Composición: El rostro ocupa la parte superior central del encuadre, con los ojos visibles y una expresión intensa o enigmática. El abanico, en primer plano, cubre la parte inferior del rostro, generando una sensación de misterio o reserva.
Simbolismo:
El abanico puede simbolizar ocultamiento, coquetería o secreto.
Los ojos destacan con trazos definidos, transmitiendo vigilancia o introspección.
El cuero como soporte añade una textura orgánica, casi ancestral, que da sensación de conexión con lo primitivo o lo artesanal.
Estilo: La estética recuerda influencias expresionistas o primitivistas, donde el énfasis está más en la fuerza emocional que en el realismo. También podría tener ecos de arte mestizo o latinoamericano, por el uso del cuero y la estilización del rostro.
💭 Interpretación posible
La obra podría representar la dualidad entre lo visible y lo oculto —lo que mostramos y lo que guardamos—. Los ojos miran directamente al espectador, pero la boca está cubierta: una metáfora de la mirada que revela, mientras el silencio protege.
Me gusta lo de la “textura orgánica del soporte, casi ancestral” y también lo de que “la estética recuerda influencias expresionistas o primitivistas, donde el énfasis está más en la fuerza emocional que en el realismo”.
Chat gpt me sugiere si deseo una “descripción curatorial”; primero no doy crédito y luego le digo que sí, por supuesto…
• (IA) Descripción curatorial
Esta pieza en relieve, trabajada sobre cuero natural, presenta un rostro humano que emerge parcialmente oculto tras un abanico negro. La obra conjuga materia orgánica y gesto expresivo, invitando a reflexionar sobre la tensión entre el ocultamiento y la revelación.
El tratamiento del cuero —con texturas, quemados y relieves— otorga una dimensión táctil que amplifica la fuerza simbólica del retrato. Los ojos, delineados con intensidad, parecen trascender la superficie material, mientras el abanico actúa como barrera y velo, sugiriendo un discurso de introspección, secreto y deseo de anonimato.
La composición, de aparente sencillez, equilibra lo figurativo y lo abstracto. El fondo desnudo del cuero contrasta con los tonos oscuros del abanico, generando un juego visual entre luz y sombra que intensifica la carga emocional del conjunto.
En un contexto más amplio, esta obra puede leerse como una metáfora de la identidad y la máscara: lo que el individuo decide mostrar frente a lo que permanece oculto. Su factura artesanal, propia del arte popular latinoamericano, se fusiona con una sensibilidad contemporánea que explora la psicología del retrato y la poética del misterio.
De nuevo soy yo. Estoy por renunciar a mi primer impulso sobre señalar a la mujer como de rostro andalusí. Toma fuerza lo latinoamericano. A la IA se le escapa un detalle donde, pienso, radica el signo secreto, recóndito, reservado exclusivamente a la mirada humana. Se trata de las arrugas en los pómulos, ese signo del paso del tiempo, de la edad, del sol, el agua y el viento desbastando la piel. Claro que los surcos sirvieron de recurso para dar profundidad al rostro, pero son por encima de ese fin utilitarista, las máximas señales de vida que contiene la pieza. No sé si la IA llegará algún día a sentir así una obra artística; si ocurriera, el artificio resultaría un disparate de dimensiones colosales.