Retrato de Pilar Campins Garriga

Barcelona 1897 – Buenos Aires 1980. Pilar se casó en la capital catalana con el renombrado psiquiatra Emili Mira i López. Ambos emigraron a Argentina desde Inglaterra tras ser bombardeada Londres y otras ciudades por los alemanes en 1940. Pero antes, huyeron de España tras el golpe de estado militar fascista del año 1936. Pudieron instalarse en París, pero al poco fue tomada por las tropas nazis. Atravesaron el Canal de la Mancha y se instalaron en Londres hasta que fue bombardeada. De aquel viaje atravesando el atlántico, contó a su familia que resultó angustioso, atisbando desde cubierta la posible presencia de algún submarino alemán. La idea de Hitler de bloquear Gran Bretaña, sabedor de que, sin alimentos, los británicos terminarían por capitular, hizo que ordenara a su armada (conocida como la «Kriegsmarine») iniciar los preparativos para viajar hacia el oeste de Inglaterra e implantar el bloqueo. Sin embargo, el Führer tenía un serio problema: su armada era infinitamente más pequeña que la inglesa. Por ello, dispuso que los encargados de mandar al fondo del mar a base de torpedo y cañón a los mercantes ingleses serían los «U-boote», los submarinos alemanes. Y es que, estas máquinas podían acercarse hasta su presa sin ser detectadas para después descargar sobre ella toda su potencia de fuego. Por fortuna, Pilar y Emili consiguieron alcanzar la costa de Argentina sanos y salvos. Allí formaron familia.

La vida en América permitió a Pilar una nutrida agenda cultural. Producto de las amistades cosechadas, pudo hacerse con un extenso álbum de autógrafos con originales de varios artistas. En los comentarios adjunto el de Pau Casals y el de Victoria Kent. De aquel tesoro rescato una reseña de la casa de subastas que lo puso en venta. “El álbum contiene más de 120 firmas, muchas con dedicatorias, dibujos originales o incluso una pequeña melodía en un pentagrama improvisado; la primera de ellas es del año 1949 y la última de 1978. Casi todas realizadas en Buenos Aires, aunque hay alguna hecha en el Cairo, Santiago de Chile, Montevideo y Barcelona. Los firmantes son personajes destacados del mundo literario, político, artistas y músicos de renombre mundial. Destacamos las firmas de Rafael ALBERTI y Mª Teresa León que se acompaña de trazos de color por él mismo; Jaume Pahissa; Joaquin Rodrigo; Macaya, acompaña la firma con un dibujo a plena página; Nora Borges, con dibujo; QUINQUELA MARTIN, un dibujo a plena página dedicado y una fotografía del arista argentino mientras dibujaba; Gilardo Gilardi quien acompaña su firma con unos compases de una de sus composiciones; Gori Muñoz con un dibujo a plena página; Xavier CUGAT, con un dibujo; Margarita XIRGU; Claudio Arrau; Joan Margarit; Arthur RUBINSTEIN; Maurice Chevalier; Andrés Segovia; Frederic MOMPOU, Xavier MONTSALVATGE, Pau CASALS las tres acompañadas de algunos acordes realizados a mano; Victoria KENT; el compositor alemán Paul HINDEMITH. Disponemos de la lista completa. Enc. en plena piel con ruedas doradas en los planos, rozada y cajo sesgado, presentado en un estuche”.

Tras la brevísima reseña de la retratada, decir que la obra pertenece a la mano de Paquita Sabrafen (Barcelona 1931 – Sydney 2009). Refugiada en Burdeos tras la Guerra Civil en España, como en el caso de su amiga Pilar emigra a Buenos Aires. Allí recibe clases de pintura y destaca pronto por sus grandes habilidades con los pinceles. Expone en las mejores galerías de Buenos Aires y, tras casarse con Joaquín Hernández, albaceteño con el que se instalarán en Australia, con Paquita visitarán muchos países del mundo en los que, de manera encomiable, ella va colocando sus obras en los mejores museos. Su faceta como gestora cultural resulta tan productiva como su faceta artística. El Hermitage de San Petersburgo, el Museo Nacional de Praga, el de Nagasaki o el Museo Nacional de Arte de China, son algunas de las plazas en las que Paquita tiene obras. Junto con el retrato de Pilar y un bodegón, también llegó un amplio dossier con todo lo relacionado a la biografía artística de la autora, elaborado por su hija.

Técnicamente, la obra es impecable. Tal vez los ojos luzcan demasiado cristalinos, por poner una mácula. Rapidez, agilidad, volumen, luces, sombras, formas todas… Intachable. Por algo se convirtió Paquita, en Buenos Aires, en la retratista de la alta sociedad. Por eso tiene entre sus retratos a ilustres personalidades. Por eso viajaba por el mundo haciendo gala de sus habilidades, porque podía hacerlo. Me llama la atención un recorte de prensa en “La hoja del lunes”, Barcelona 1963. “El auterretrato no se hace por capricho, obedece a un estado de ánimo determinado. La obra pictórica es el resultado del coloquio de una misma con el exterior”.

La obra es una las 17 piezas donadas por el nieto de la retratada, al Museo de Arte Abandonado.