Dos bodegones

Me cuesta un mundo concentrarme. No sé qué urge más, si esto o aquello. Pospongo. “Hoy sería un buen día para echarse en el sofá y ver alguna película, si tuviéramos salón”, pienso. Pero no, en casa no tenemos salón, tenemos un Museo de Arte Abandonado. Si alguna noche quiero ver una película en la habitación, caigo rendido a los pocos minutos para despertarme tres horas después y no volver a coger el sueño. El miércoles me esperan buscadores en Santa Cruz que han encontrado seis obras para la colección. Piezas pequeñas, pero todas con su encanto. ¿Recuerdan la película de los Monty Python “El sentido de la vida”? Me refiero a la escena de Mr. Creosote, el comensal que revienta tras una cena pantagruélica. Me siento como ese tipo.
Será por lo que les acabo de contar que mi capacidad crítica atraviesa horas bajas. Será esta circunstancia la que me lleva a comparar las dos obras que traigo hoy aquí. No son de la misma mano, claro. Pero sí las une un no sé qué. No me pregunten hoy mucho más. Las tengo guardadas en un espacio de almacenaje y no recuerdo medidas ni técnicas, pero entiendo que en medidas andan más o menos parejas. He probado girar en la pantalla la más figurativa, y hasta la disposición de las frutas tiene similitudes con su par. Asombroso. Sin duda, pertenecen a universos paralelos en los que tan sólo hay pequeñas disonancias entre ellos. Tal vez las piezas fueran pintadas en latitudes muy similares, incluso en viviendas contiguas en esa otra realidad paralela. Pero no sé, claro. No sé nada de nada. No me cabe más comida en la cabeza, ni en la casa, ni en los espacios de almacenaje fuera de casa; ni esa finísima lasca de chocolate que me ofrece el camarero me cabe. Temo que al recibir las seis piezas que me esperan, estalle yo por los aires, despanzurrado como Mr. Creosote. Así que continúen ustedes el comentario, analicen similitudes, asómbrense o digan que desvarío. Me da igual. Hoy no llego a más. Estoy a punto de tomar el teléfono rojo y volar hacia Moscú para meterme en el zulo que tengo allí desde hace muchos años, y desaparecer en ese otro universo paralelo.