Souvenir, souvenir

“Lo único que obtienen los turistas son recuerdos ingrávidos y fugaces encarnados en colecciones de souvenirs, algunos caros, pero en su mayoría baratos”. El texto es de Dean Maccanell, del prólogo del libro “Souvenir, souvenir. Un antropólogo ante el turismo”, de Fernando Estévez González. Está en versión pdf en la red, un libro imprescindible para cualquier persona canaria, o afincada como residente.

El devenir del mundo está convirtiendo al propio mundo en un patio de recreo donde los ricos obtienen su anhelado souvenir; sean jóvenes impúberes o bolitas de plástico con nieve artificial en su interior que cae sobre un paisaje cualquiera cuando se agita.

De alguna manera, cada obra del Museo de Arte Abandonado se me antoja un souvernir. Algunos redundantes, como el que traigo hoy, un sencillo recuerdo de viaje en cuyo reverso puede leerse: ”Certificato di garanzia. Dipinto a mano su foglia oro. Studio d’arte”. El resto, recuerdos de los viajes vitales de cada autor, de cada autora, por el segmento de tiempo que le tocó vivir o que aún vive. Souvenir los unos, y souvenir los otros. Es más, servidor, de viaje también por la existencia, se ha convertido en un neurótico diletante que acumula souvenires.