Dos errores, dos

Concluye un día largo, el de hoy… Anoche apenas dormí dos horas. Tuve una pesadilla y no volví a conciliar el sueño. A las dos estaba ante la pantalla del ordenador y ya continué. Una mañana de ver a gente, de coche, de idas y venidas… Fui a ver dos obras, ambas eran láminas. La joven de Picasso pensé que era una litografía, pero no, era una simple lámina, con pátina del tiempo, pero lámina. La acuarela de Armas también. No me apuro. Me ha ocurrido cien veces y volverá a ocurrir. Lo que no haré es renunciar a ir para ver las piezas en directo, con la lupa. Son errores de los que no se aprende, porque se volverán a repetir. Es como el médico que no quiere que se le muera ningún paciente, algo imposible. Hay sucesos de obligado cumplimiento. Mañana, tempranito, les mostraré una recuperación interesante; como siempre, de la basura. La tengo en casa desde el viernes, y la crónica hecha desde el sábado. Pero hoy tocaba hablar de errores.